¿Qué te falta para ser feliz?

Dormía en un bus de servicio público después de salir de un largo día de trabajo en el noticiero. De un momento a otro mi celular vibró. Era un mensaje de Tigo. Vaya sorpresa me llevo cuando decido leer el mensaje:

“¿Que te falta para ser feliz? Recibe cada día un consejo que te ayudará. Gratis 1 día. Luego a tan solo 400 pesos por mensaje”

No puede ser posible. ¿400 pesos? Debe ser una broma. Me negaba a creer que por esa poca cantidad de dinero y en un mensaje de texto mi estado de ánimo iba a cambiar por arte de magia. En esos momentos yo estaba en un “mood” normal. (Estaba cansado, pero pensativo). ¿Qué tipo de mensaje enviaran? Mas allá de eso pensaba en la posibilidad y el alcance de un mensaje de texto, enviado muy probablemente por una computadora, que contiene cientos de frases y que puede cambiar la actitud y mentalidad de los que crédulamente gastan 400 pesos en eso.

¿Es, acaso, una maquina mas sincera y directa que el mensaje del corazón de un ser humano? NO. Gracias a Dios, y a muchos otros aspectos, siempre he sido una persona muy alegre y feliz y siempre trato de contagiar a los demás con mi estado de ánimo. Los que me conocen saben que casi nunca estoy de mal humor o malgeniado. Prefiero cambiar eso por una sonrisa en mi cara y pensar en lo bueno que hay alrededor. Hay una canción de Charles Chaplin que se hizo muy famosa cuando hasta que hace menos de un año el mundo supo que era la favorita del desaparecido Michael Jackson: “Smile”

“Sonríe. Así tu corazón este adolorido” dice una de las frases de la canción. Yo le agregaría a eso que el ser humano siempre debe dar gracias constantemente por todo lo que la vida nos brinda (No es que me crea el Padre Linero o si lo quieres mas denigrante Paulo Coelho). El ser humano fue enviado al mundo para cumplir una misión. Somos como estrellas fugaces que viajan por el infinito universo de la vida y dejan rastro en la constelación de los recuerdos de los demás.

La felicidad, querido lector, no se encuentra en un mensaje de texto y mucho menos cuesta 400 pesos. La felicidad es un derecho y como tal debemos intentar hacerlo cumplir a diario. A veces una sonrisa o un gesto ayudan a cambiar decisiones y pensamientos de quienes nos rodean. A veces nuestro actuar y buenas energías hacen caer en cuenta a los demás que ser feliz no es tan difícil como aparenta ser. Porque para ser feliz no basta con un simple mensaje de texto.