25 de junio de 2010

Viviana (Final)



Sofía es la típica chica que a mi mama nunca le gustaría: es antipática, un poco grosera y creída. Sus papas trabajaban en el sector agroindustrial y siempre tuvo dinero y comodidades. Yo buscaba algo más sencillo, por eso mentalmente el descarte pensando en que ella no era la escritora anónima.

Algo raro si note: Viviana Barrios estaba muy sonreída al momento de mi discusión con Sofía. Me gustaba su sonrisa y su manera de ser, su voz y como es ordenada en sus cuadernos, vive en un barrio muy alegre y tiene muy claro que hará en su futuro. Era la chica ideal. La de mis sueños. De esas que no se consiguen en la vida real. Es muy inteligente, es exigente con ella misma... es… ¿Viviana? ¿Es acaso ella? ¡Claro! Como pude ser tan ciego. La nota fue firmada con un V.B.: Viviana Barrios.
Como si me hubiese leído la mente ella sonrió, hizo un guiño en su ojo y bajo la cabeza queriéndome dar una señal de “Al fin te diste cuenta”. Al fin me di cuenta. ¿Y ahora? Pues a esperar.

Faltan 10 minutos para que la jornada de clases termine. Falta poco para saber que me dirá Viviana. En ese momento sentía un inmenso cosquilleo en mi barriga, y como el tick tack del reloj pasaba como los años.
No da más. El timbre sonó y así como todos saltaban de alegría al ver que ya es hora de regresar a casa, mi corazo casi estallaba de júbilo al saber que Viviana y yo podríamos hablar. Esperemos a ver que pasa. No quiero desilusionarme... ¿Y si eso pasa? No quiero ni pensarlo. Será catastrófico. Un primer amor frustrado, un sentimiento robado y destrozado. Ella se acerco a mí. Me dijo “Hola” y yo le replique casi de inmediato lo mismo:

-¿Nos sentamos? – dijo –
-Si claro. Como gustes
-No es el árbol de almendros pero algo es algo...
-Jajaja. Tranquila Viviana. Cualquier lugar sirve
-Hay algo que he querido decirte hace tiempo
-Si adelante. Dime
-No se como vaya a sonar. Me pone nerviosa decírtelo
-Viviana – le dije -, eso fluye. Solo relájate y dime
-Ok… No se si estoy preparada para decirlo pero…
-¿Pero...?
-¡Ay que pena!
-Dilo ya. Relájate
-Estoy enamorada de Sebastián

No puede ser posible. No se que fue lo que escuche.
Mi mundo se vino al suelo. Me sentía destrozado y mucho más tembloroso que nunca. Pero la conversación no termino allí:

-¿Por qué esa cara? – me dijo –
-¿Yo? ¿Cara? ¡No! No hice ninguna cara
-Te pusiste pálido. ¿Quieres agua?
-No no. No es necesario. Fue solo un bajón
-¿De la impresión?
-Si. Un poco. Tú sabes. Estas cosas que me dicen por sorpresa. No esperaba que dijeras eso de Sebastián. Y menos a mí.
-Es que pensé en ti para decírtelo. Eres amigo de el
-Si. Un poco
-No le digas nada. Estoy muy nerviosa. No se como decirle ni como abordarlo. Me da pena.
-Pues... Se sincera. Solo eso – lo dije mientras miraba el suelo buscando que patear con rabia.
-Ay Gracias. Tu siempre tan amable. Nos vemos. Tengo que irme. Gracias por todo.

Así como su figura se desvanecía a través de los árboles frondosos en la puerta del colegio se iba una oportunidad para amar a alguien. Se iba una ilusión y un deseo. Se iba ella: la chica que quise en silencio y nunca pude decírselo. Ahí se va. Me dijo adiós. Un adiós no para mí. Para mi corazón.

1 comentario:

  1. Que lastima que al final se haya quedado con ese nerdo imbécil lambon y sapo del salon.... yo se como se siente, pues yo mismo pase por ello.... es el típico que se rie de cualquier maricada que diga el profesor, le lleva la asistencia y las notas, le borra el tablero, es odiado por todo el salon y por todo el mundo... y para terminar de joder se lleva a las mas bonitas del salon!!!!....

    pero como termino la cosa? no viene un Viviana 4? no sera Isa el verdadero nombre de Viviana?????

    yo creo que a esta historia le falta un "continuará" pues no puedes dejar a nuestra imaginación el resto de la historia!!!!

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