19 de junio de 2010

Cuando quieres y no puedes… por conveniencia


Me pasa muchas veces (No, eso es exagerado… mas bien algunas veces) que en mi hay un deseo, impulso, capricho o idea que quiero cumplir: robar un beso, comer el helado mas caro, pagar el trago mas fuerte, ir al gimnasio, viajar, decir lo que pienso y, a veces, callarlo, dormir hasta mas tarde, comprar Cd’s, ir a misa los domingos, llorar... y la lista sigue y sigue.

Gracias a ese “querer y no poder por conveniencia” es que digo “no” a algunos de esos ítems que puse. Hay una concepción o idea que por AÑOS ha dominado mi forma de ser: Pensar antes de actuar. ¿Para que? Ya no la soporto. ¿Qué fue eso? ¿Quién se lo invento? Debió ser el más inseguro e infeliz de todos los habitantes del mundo. Eso es para lentos. Para miedosos. Y con eso no estoy diciendo que no lo sea (Confieso tener miedo a muchas cosas, pero eso es otro tema que podemos hablar mas adelante). Me he caracterizado por ser revolucionario en mis ideas desde muy niño porque, gracias a no se quien, siempre supe el camino que escogería cuando el resto de mis amigos de mi edad pensaban en sus vacaciones, en las caricaturas de Nickelodeon o en divertirse en la tarde jugando. Yo no tuve eso. Bueno, las vacaciones si. Pero mi vida y mi desarrollo fueron distintos al del niño del común. Me madure biche en el periodismo. Fue un proceso doloroso. La infancia se me fue. Así como cuando se va el paciente del consultorio del medico o el agua entre tus manos.

Mi infancia no fue de raspones ni de pataletas. Mi infancia fue entre grabadoras, periódicos, programas de radio y televisión, entre artistas, presidentes y jugadores de futbol. Y no me arrepiento, mi infancia fue feliz. Fue inspiradora. Al crecer me di cuenta de otras cosas: mi cuerpo cambiaba, mi voz, mis ambiciones y los sueños que quería ya no eran los mismos. Quería más. Y fue ahí cuando me tope con mis ideas actuales y mi modo tan distinto de ver el mundo. Soy un revolucionario, un loco o tal vez excéntrico, pero con los pies en la tierra.

Confieso que soy inseguro. Que los pasos que tomo los hago con cuidado pero con firmeza. Mis convicciones siguen ahí intactas desde el primer día. Esa miserable inseguridad la desarrollo el “Pensar antes de actuar”. ¿Por qué hay que hacerlo? ¿Para pensar si hago x o y resulta z? ¿Para responderle a alguien? ¿Para ser seguido? ¿Para que me controlen? Estoy aburrido y mamado de eso. Que no puedo salir a la calle porque hay miles de ojos observando lo que hago, que están detrás de uno buscando lo que no se le ha perdido o peor aun que inventan historias falsas y sin argumentos para hacer daño (Creo que eso se llama envidia… o algo así).
Esto no es un mensaje de libertinaje porque los que me conocen, desde mis papas y mi familia hasta el último seguidor en mi Twitter, saben que mis ideas son centradas y que no necesito del libertinaje para conseguir lo que quiero porque estoy construyendo mi futuro a base de esfuerzos y sudor y no con escándalos o por roscas.

A veces callar era lo indicado. A veces decirlo también lo era. Entonces ¿Puede mas la conveniencia a reprimirse que los deseos de hablar? No quiero seguir siendo inseguro, quiero ser mas fuerte. Que al dar un paso no vea a 3 personas al lado mio diciéndome: “Ahora sube el pie y bajalo al lado”. No. Ya creci. Esa decisión la tomo yo y solo yo sabre si es indicado o no hacerlo. No es porque tenga 20 años ni es rebeldia, es porque jamás se me dio la oportunidad de estrellarme. Si me llego a caer quiero hacerlo solo. Quiero decidir quien me cura la herida o si yo mismo la curo. Quiero escoger la clínica y el doctor que me atenderán. Quiero tomar la decisión. Quiero y lo necesito. Pero no cierro mis oídos a los consejos y nunca lo hare. Los tomare en cuenta y puede que esa sea la decisión final, pero se siente mejor cuando tu lo eliges y no es impuesto por alguien mas.

Fin de la comunicación.

2 comentarios:

  1. lA LIBERTAD NO ES MÀS QUE VIVIR DE NUESTRAS PROPIAS CONSECUENCIAS.¿QUE LE IMPIDE A ALGUIEN COMERSE EL HELADO MAS CARO, ROBARLE UN BESO A ALGUIEN, DECIR O CALLAR LO QUE PIENSA? SE LO IMPIDE EL MISMO, SE LO IMPIDE SU INCAPACIDAD DE DEFENDER MAS QUE IDEAS O DESEOS O CAPRICHOS; SU INCAPACIDAD DE VALORAR SU VIDA, COMO LO ES SUYA.

    aVECES LOS PREJUICIOS MAS GRANDES VIENEN DE NOSOTROS MISMOS!

    NERUANA DG!

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  2. No vale la pena un hombre con mil ideas sino hace realidad ninguna de ellas.
    Aprendemos mucho más caminando, cayendo y levantando que caminar de una manera horizonal y sin tropiezos! ya que se convierte en monotonía y continuamos agachando la cabeza ante los ojos de los demás complaciendolos!!
    necesitamos masss pensamientos como estos jairin!
    pd: no hay nada mas placentero que comprar el helado mas caro!

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