2 experiencias para no olvidar

Al inicio lo veía como algo distante pero no imposible. Y, bueno, era apenas lógico que por x o y razón no me correspondiera sentarme de frente con una de las mujeres que más admiro en este país. ¿Y por qué me gusta Isabella Santodomingo? Por ser tan directa, rebelde, caóticamente incorrecta y distinta. Leí "Los caballeros las prefieren brutas" y la conexión con su sarcasmo y humor negro fue inmediata.

Al llegar la confirmación de la twitcam que yo moderaría en El Heraldo, sentí nervios, felicidad y un fuerte compromiso de no quedar mal frente a los cientos de visitantes que querían verla contestar preguntas y charlar un poco. La felicidad fue el doble cuando al terminar la charla de media hora me piden que transcriba palabra por palabra de la entrevista para ser publicada en la edición impresa del diario.

¿Impreso? ¿En serio? La emoción fue por partida doble. Desde niño me caractericé por dejar a un lado las series de televisión y dedicarme a leer diccionarios, revistas y el periódico El Heraldo, ese que llegaba todos los dias a todo color a mi casa o lo traía mi papá después del trabajo. En esos años, el periodismo empezó a convertirse en mi primera pasión y me prometí que en esas páginas algún día debían estar mis escritos. 

Es algo que no voy a olvidar y que queda plasmado en mi carrera como periodista: dos momentos que anhelaba y que en ningún momento pensé que serían causa - efecto. Isabella, mujer que siempre había querido conversar para entrevistar, y mi primer artículo en el medio de comunicación  más importante e influyente de Barranquilla y la Región caribe de Colombia. 

El reto es seguir trabajando siempre mirando a las estrellas, con los pies bien puestos en la tierra.