Gaga, you've left me speechless

Recuerdo la noche que por primera vez su música llegó a mis oídos. Fue en la gala de elección de Miss Universo en 2008 cuando interpretó "Just Dance", primer single de su albúm debut "The Fame" y el cual marcaría el nacimiento de una nueva estrella en el mundo del pop. Y digo estrella porque, aunque me cueste reconocerlo, Lady Gaga ha sabido manejar su carrera desde el mismo momento en que el mundo la vio caminar, brincar y cantar al mismo tiempo en el certamen universal de la belleza hasta nuestros días.

Cuando salió su primer albúm la expectativa por el nuevo material era tanta que en pocas horas me habia devorado de principio a fin, canción por canción,  lo que había sido catalogado por revistas como Rolling Stones y grandes críticos de la música como la nueva cara del Pop. En efecto, lo era. "The Fame" es un albúm único. No tiene canción mala. Fué ahí donde las dudas se despejaban más y veía en Gaga una alternativa distintade entretenimiento auditivo mientras mis artistas favoritos pensaban en que crear para sus nuevas producciones. Canciones como "Brown Eyes", "BoysBoysBoys", e incluso "LoveGame", venían cargadas de una fuerza lírica y sonidos amables y quizá no tan usados. 

Todo bien, hasta ahí. ¿Que te pasó Gaga? Puedo creer 2 cosas: que se cansó, de manera rápida, de su imagen en el mundo (tal como Christina Aguilera pasó de hacer un pop plástico en "Mi reflejo" y de la noche a la mañana hace "Stripped" con nueva imagen, nueva dirección, y consolidandose en el mundo de la música) o, la que más me suena, es que fué perseguida hasta el cansancio por la industria de la música que veían en ella un potencial enorme para hacer dinero. ¿Y como lo hacemos? Fácil, creemos rapidamente un Tour, encerremosla en un estudio de grabación hasta que escriba un himno musical y dejemos que sostenga su imagen a través de escandalos falsos que haga recordar su nombre en los medios. El resultado: el lanzamiento de su segundo album "The Fame Monster", que contiene su canción más famosa hasta hoy: Bad Romance.

Que si es hermafrodita, que si besa mujeres, que usó carne real en sus vestidos y si sus canciones y su "arte" son copia o no de grandes estrellas del espectáculo y el entretenimiento. Todo gira a su alrededor. Yo veo en Lady Gaga una excelente artista sin duda que supo manejar el díficil reto de pasar de un primer albúm exitoso a un segundo albúm que superó las expectativas de muchos (incluyéndome) que pensaban en el fracaso de esta mujer. Lo que no comparto es esta nueva generación de "fans" que se gestan alrededor de sus vestidos extravagantes, frases sin sentido y locuras propias de los rockeros de los 80's, personificados en ella. Un artista es música, es letra y es sonido, no carne o burbujas adheridas al cuerpo.

De "Bad Romance" pasó a "Telephone" con Beyoncé y de ahí a "Alejandro". Conforme a como pasaban los singles así aumentaban los seguidores, los conciertos en el mundo (su tour "Monster Ball" no ha parado desde 2009 si no estoy mal), las vistas en YouTube, las descargas digitales y las ventas de albúmes alrededor del mundo, convirtiéndose en un fenómeno de multitudes (sin contar los estruendosos y para nada innovadores vestidos y zapatos que usaba y como aseguraba que su "arte" era genial y fantástico).

Ahora viene "Born this Way" y  no hay que ser adivinos para predecir lo que ocurrirá con este nuevo albúm: mas polémico, más dance y con la repetidera de sus 2 trabajos anteriores hablando de sexo, experiencias personales y repitiendo a cada rato su apellido artístico.  Pero así es Gaga, la de ahora. La Gaga de antes era ingenua y tenía imagen mas ligera conservando su fuerza en la música. Y esa es la que extraño. La de ahora me hace pensar cada vez más en que es una chica sin límites en creatividad fuera del escenario apoyada por millones de alcahuetas (o "Little Monsters") que me sorprenden por su fortaleza y unión que varios artistas desearían tener en sus clubes de fans. En el escenario es otra cosa. Me hace recordar mucho a Michael Jackson que tras bambalinas se sumergía en una figura totalmente humana y tímida, como asustado de lo que había a su alrededor, pero encima de el era un monstruo. Así percibo a Gaga.

Como la canción de "The Fame Monster",  "Speechless" (recomendada por cierto), Lady Gaga me deja sin palabras cada vez que abre la boca y da un paso en este mundo. Me gusta su música y comparto algunos de sus pensamientos e ideas, pero jamás aceptaré por completo a una cantante que se vale de su imagen ante los medios para alcanzar la fama, y más en ella que no lo necesita para lograrlo.